El drenaje ácido se genera por la oxidación de los sulfuros de la piedra cuando se expone al aire o al agua. Este fenómeno se produce en las minas y en las obras de infraestructura que dejan grandes superficies de piedra expuesta.
La minería de cielo abierto que se basa en gigantescas excavaciones de superficie y que se ha difundido en nuestro país en los últimos años deja expuestos centenares de miles de metros cuadrados de piedra. Arrastrado por el agua, el ácido drena hacia las napas de agua o los r«íos de superficie causando contaminación y puede afectar incluso la calidad de la producción agrícola, como en el caso de los viñedos de zonas mineras. Según un trabajo de la UNESCO sobre protección ambiental, "El drenaje ácido es uno de los más graves problemas ambientales de la explotación mi nera" y varias regiones mineras del mundo presentan problemas de drenaje ácido, incluyendo los Estados Unidos (www.unesco.org.uy/geo/campinas)
Un trabajo de la Universidad La Serena, de Chile, advierte sobre el riesgo del drenaje en yacimientos que están en las alturas o en el nacimiento de sistemas hidrográficos.
Además, como señala la UNESCO, "es muy común, que minas desactivadas continúen generando drenaje ácido, un proceso que puede durar décadas, inclusive siglos". En España, parte de la contaminación ácida del Río Tinto proviene de minas abiertas por los romanos o los fenicios.
Como para muchos problemas ambientales, existen métodos para prevenir las consecuencias del drenaje ácido.
La pregunta es si los sistemas de prevención de las empresas y los controles de los estados —que muchas veces no registran o que sospechosamente toleran deterioros ambientales— son los adecuados.
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